Día de la Independencia de México
Los Inicios
La
invasión napoleónica aceleró el comienzo de la lucha por la independencia. Al
descontento de los criollos se unió la oposición de los peninsulares respecto
al nuevo emperador; este hecho fue aprovechado por aquéllos mediante una seria
de insurrecciones, primero, hasta el desarrollo de la guerra, después. La
independencia se veía la única opción para establecer un gobierno libre, capaz
de administrarse y dirigirse por sí mismo, porque la corona española ya no se
ocupaba sus territorios y tenía sus propios problemas.
Las
conspiraciones surgieron tan pronto como se supo de la invasión de José
Bonaparte. El 15 de septiembre de 1808, Francisco Primo de Verdad, Francisco
Azcárate y fray Juan de Talamantes se alzaron contra el virrey José de
Iturrigaray y, desconociendo al ayuntamiento de la ciudad de México,
propusieron la creación de una junta de Gobierno, semejante a las que
funcionaban en España contra el invasor, con la esperanza de que le poder
pasara al pueblo, es decir, a los criollos ricos. La relación de los
peninsulares no se hizo esperar. Temiendo que la colonia se independizara con
ello, se acabara sus privilegios, encarcelaron a los rebeldes. Este
acontecimiento demostró a los, criollo que los medios pacíficos serían
insuficientes para la lucha; en consecuencia a partir de entonces, empezaron a
organizarse y a conspirar.
Esta
conspiración tenía conexiones con la de Querétaro, que fue la de mayor
trascendencia porque en ella se encontraba con la de Querétaro, que fue la de
mayor transcendencia porque se encontraba los líderes de la insurrección:
Miguel de Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Ignacio Aldama, Juan Aldama,
Mariano Abasolo, Mariano Jiménez, entre otros.
La
conspiración de Querétaro fue descubierta el 15 de septiembre de 1810 y provocó
que se adelantaran el acontecimiento para la lucha. Josefa Ortíz, esposa del
corregidor Miguel Domínguez, avisó a Allende que la conjura había sido
descubierta, y éste a su vez previno a Hidalgo, quien se apresuró a organizar
la rebelión y a iniciarla durante la madrugada del 16 de septiembre del mismo
año.
Miguel
Hidalgo era párroco del pueblo de Dolores, de la intendencia de Guanajuato. Ex
alumno de los jesuitas, poseía una gran cultura y fortuna; fue profesor y
rector del colegio de San Nicolás en Valladolid. Se había distinguido por sus
labores a favor de los indígenas y las castas, a quienes había enseñado
alfarería, la cría del gusano de seda y las primeras letras. De ahí fuera
seguido por unos 600 hombres y la insurrección se convertiría en un movimiento
popular y no sólo la de un grupo de criollos inconformes.
Llamó a
misa y desde el púlpito un discurso en contra del mal gobierno, invitando a la
unión y a la rebeldía conjunta. A este acto se le conoce oficialmente como
"Grito de Dolores". En poco día de reunir a más de 100,000 criollos,
mestizos y otras personas dedicadas a la minería, agricultura y los obrajes.
Hidalgo
salió de la iglesia con su ejército. En atotonilco adoptó la imagen de la
Virgen de Guadalupe como estandarte de la lucha y el grito de la multitud fue
desde ese momento: "Viva Nuestra Señora de Guadalupe" ¡Mueran los
Gachupines!.
Luego de
vencer una escasa resistencia, entró en San Miguel el Grande, donde se le unió el
ejército de Dragones de la reina que comandaba Allende. Después partieron a Celaya
y Salamanca. Tomó la capital de Guanajuato después de un intenso y sangriento
combate en el que destacó la actuación de un minero apodado El Pípila al
incendiar la puerta de la Alhóndiga de Granaditas para facilitar la
entrada a los insurgentes. El mismo hidalgo castigó severamente tales excesos
con la pena de muerte. Los obispos de Michoacán, Jalisco, Nuevo León,
Oaxaca y Puebla excomulgaron al cura y a sus colaboradores, pero cuando arribó
con su ejército a Valladolid, logró retirada la excomunión.
La muerte
de los principales caudillo de la independencia no acabó con el movimiento.
Éste fue continuado, por Ignacio López Rayón y, al sur, por José María Morelos
y Pavón, quien daría la organización, estrategia y carácter militar que no había tenido entonces.
Rayón
reunió tropas insurgentes dispersas y desorganizadas por la muerte de Hidalgo. De Coahuila pasó a Zacatecas pero,
perseguido por Calleja, sé transado a Michoacán, y en Zitácuaro formó una junta
de Gobierno para unir y reorganizar el ejército y para establecer un gobierno
libre; para ello expidió un Manifiesto a la Nación, este documento fue enviado a Morelos, que lo
rechazó porque no estaba de acuerdo con que Fernando III siguiera gobernando a
la colonia, como proponía la junta de Gobierno.
En el año
de 1810 el cura del pueblo de Carácuaro, José María Morelos y pavón, se enteró
que en pueblo de Dolores, el cura Miguel Hidalgo, acaudillaba una rebelión en
búsqueda de la libertad. Morelos sale en busca de los insurgentes. Hidalgo
reconoce a su exalumno y dicta un nombramiento que decía: "Por el
presente, comisiono a mi lugarteniente D. José María Morelos, para que en la
costa del Sur Levante tropas, procediendo con arreglo a las instrucciones
verbales que le he comunicado", la muerte de los principales caudillo de
la independencia no acabó con el movimiento. Éste fue continuado, por Ignacio
López Rayón y, al sur, por José María Morelos y Pavón, quien daría la organización, estrategia y carácter militar que no había tenido
entonces. Rayón reunió tropas insurgentes dispersas y desorganizadas por la
muerte de Hidalgo. De Coahuila pasó a Zacatecas pero, perseguido por Calleja,
sé transado a Michoacán, y en Zitácuaro formó una junta de Gobierno para unir y
reorganizar el ejército y para establecer un gobierno libre; para ello expidió
un Manifiesto a la Nación, este documento fue enviado a Morelos, que lo
rechazó porque no estaba de acuerdo con que Fernando III siguiera gobernando a
la colonia, como proponía la junta de Gobierno.
Al sur
Morelos formó un ejército, cumpliendo las indicaciones que tiempo atrás le dictara Hidalgo. Utilizó como táctico
militar la rapidez para actuar y la sorpresa como rama de lucha; al mismo
tiempo hizo uso de las guerrillas en todos los pueblos para reforzar más
ataques. Morelos había sido alumno de Hidalgo en el Colegio de San Nicolás; en
1799 se hizo sacerdote y destacó por su labor a favor de los pobres. Salió del
curato con tan sólo 25 hombre para ponerse al servicio del movimiento rebelde; su antiguo maestro le
ordenó insurreccionar y tomar el puerto de Acapulco.
Primera Campaña de Morelos
En Octubre
de 1810 Morelos salió de Carácuaro con 25 hombres armados con algunas escopetas
rumbo a la costa, a su ingenio militar, Morelos ganó adeptos en todo el
territorio; pronto se le unieron varios caudillos que fueron de gran ayuda.
Durante tres meses Morelos organiza lo necesario para la lucha gracias a grandes
sumas de dinero que recibía y que se manejaba en beneficio siempre de la causa.
Adquirió provisiones como pólvora y otras cosas, la situación del país se
presentaba muy favorable para los insurgentes, el virrey Venegas daba
instrucciones a Calleja y le informaba sobre la inseguridad que se vivía en la ciudad de México, ya que estaba
rodeado de insurgentes que interceptaban con actividad; las comunicaciones estaban interrumpidas tanto en Veracruz como en
Acapulco, en Tecpan, los hermanos Pablo, José Juan y Hermenejildo Galeana; en
Chilpancingo, Miguel, Victor, Máximo, Leonardo y Nicolás Bravo, y en Tuxtla,
Vicente Guerrero.
Con ellos
llegó al puerto de Acapulco e intentó apoderarse de él, ya que era de suma
importancia por ser el lugar clave del tráfico comercial con Filipinas y del
envío de mercancías a la ciudad de México; . Pero no logró dominarlo, sino sólo
mantenerlo aislado. Marchó a Chilapa, Guerrero, y ahí se dedicó a adiestrar al
ejército, disciplinario y fortalecerlo Militarmente.
Segunda Campaña de Morelos
En esta
campaña, la finalidad de Morelos era avanzar hacia el centro del país y llegar
a la capital. Divide a sus hombres en tres partes, una abajo las órdenes de
Miguel Bravo y Valerio Trujillo, pretenda avanzar al centro del país y llegar a
la capital. Dividió al ejército: él se dirigía a Puebla y México, Miguel Bravo
y Valerio Trujano a Oaxaca, y los Galeana a Toluca; dejó una parte de la tropa
cerca de Acapulco, por si se podía reiniciar la lucha. Morelos y los Galeana
cumplieron su cometido, Valerio Trujano logró entrar a Huajuapan, en Oaxaca,
pero Miguel Bravo no consiguió su propósito.
Ante tal
acometida, el virrey ordenó a Calleja que detuviera al avance de los rebeldes.
Mientras tanto, Morelos y su ejército habían tomado Cuautla e instalado una
fortificación para vencer a Calleja, hasta entonces había ganado todos los
encuentros contra los insurgentes. Éste, al ver que no podía vencerlos en
combate, intentó dominarlos por hambre; los cercó durante 73 días, esperando la
rendición que no iba a llegar; incluso les ofreció un indulto que Morelos no
aceptó. Todos los pobladores apoyaban a los insurgentes; hasta se cuenta la historia de un niño, Narciso Mendoza, que disparó un cañón contra el enemigo, al
ver a los suyos tan cerca de la derrota. Con todo, en la ciudad nadie pensaba
rendirse.
En esta
campaña se le unen valiosos hombres, entre otros, los curas José Manuel Herrera
y Mariano Matamoros, quien llegaría a ser lugarteniente, junto Hermenejildo
Galeana. Cuando Morelos vio la imposibilidad del triunfo y que la ayuda de
víveres y municiones no llegaba, se vio obligado a romper el sitio y abandonar
el lugar donde se encontraban con pocas bajas del ejército insurgente. Volvió a
Chilapa, Guerrero, y ahí inició su siguiente campaña.
Tercera Campaña
De Chilapa
partió a Huajuapan para ayudar a Valerio Trujano. Luego de la Victoria en ese
lugar, estableció su cuartel general en Tehuacán, Puebla, que fue un lugar
estratégico porque comunicaba con el puerto de Veracruz y las ciudades de
México y Puebla.
Morelos
reanuda sus acciones sobre Puebla, Veracruz y Jalapa, con un merecido
prestigio. Después de varios enfrentamientos con los realistas, atacó Orizaba y
dio un duro golpe al gobierno español, quemó todas las reservas de tabaco existentes, recogió todo el armamento militar y
obtuvo más de $300,000 en plata y alhajas.
La
dificultad para entrar al centro del país orilló a Morelos a marchar sobre
Oaxaca, donde consiguió un vigoroso triunfo. Ahí organizó un gobierno
provisional y fundó el periódico El correo Americano del Sur, cuyo propósito
era difundir la doctrina revolucionaria.
Esta
estabilidad y los éxitos obtenido por Matamoros y Bravo en Puebla y Veracruz
animaron a Morelos a tomar Acapulco, lo cual logró en 1813. Tales victorias
fortalecieron la causa insurgente y le dieron mayor esperanza de triunfo.
Cuarta Campaña de Morelos.
Antes de
iniciar la siguiente campaña, Morelos había establecido las bases del gobierno
mexicano. En ese año (1813), Calleja fue nombrado virrey; ello trajo un
recrudecí miento de los ataques realistas contra el insurgente. Después de
haber instalado el Congreso en Chilpancingo y con el deseo de ampliar sus
conquistas, Morelos pretendió llegar a Valladolid, en combinación con Bravo y
Matamoros. Pero Calleja ordenó la derrota del caudillo, objetivo casi logra, de no ser porque Morelos dividió su ejército
para evitar el desastre; en ese percance cayó prisionero Mariano Matamoros.
Una vez
concentradas las tropas, Morelos se pone al frente de su ejército; mientras
tanto los realistas reciben refuerzos y se realizan el cambio de mando, el cual debía ser entregado a Calleja.
A pesar de
sus logros, Morelos poseía un alto sentido de respeto y disciplina a la autoridad, ya que se subordinó a las órdenes que él mismo
había creado y que había depositado y encomendado en los representantes que la Constitución establecía, Desanimado por esto, Morelos el
Congreso y se fue a Acapulco, donde permaneció inactivo hasta 1815. En este
sitio se enteró de las persecuciones y recuperación de algunos territorios por
parte de los realistas. Calleja lo acosaba sin descanso, obligándolo a huir a
distinto lugares, hasta que los atrapó en las cercanías de Puebla y Guerrero,
en pleno combate. En Temalaca, Morelos fue hecho prisionero por Manuel de la
Concha. Lo traslada a la ciudad de México para ser juzgado, pues la iglesia lo
consideró como hereje y enemigo cristiano. Fue conducido a México para ser
juzgado y fusilado en San Cristobal Ecatepec, el 22 de diciembre de 1815.
La muerte
de Morelos dejó al movimiento insurgente sin un jefe capaz de acaudillarlo. Los
combates se sucedían aislada y desordenadamente. El Nuevo virrey, Juan Ruiz
Apocada, que sustituyó a Calleja debido a sus crueldades y excesos, prometió el
perdón a los insurrectos si entregaban las armas; muchos de ellos lo aceptaron, pues creyeron
perdida de lucha Esto fue un golpe para los que seguían luchando, ya que
cedieron varios territorios que antes se había ganado, como el puerto de
Boquilla de Piedra que permitía la entrada de Armas y municiones procedentes de
los estados fronterizos.
Precisamente
es esos momentos llegó a México el español Francisco Javier Mina, que sabía del
movimiento y quería dar ayuda en su patria y de ser expulsado de ésta por
oponerse a Fernando VII En el destierro conoció a fray Servando Teresa de Mier,
quien le habló del movimiento de Independencia; de esta manera, Mina vio la
posibilidad de luchar contra el gobierno tiránico del rey.
Mina no
obtuvo en un principio gran aceptación popular; incluso se le veía con
desconfianza porque sus intereses políticos no correspondían a la del pueblo
inconforme. Cuando Mina regresó al fuerte del Sombrero, el Virrey Apodaca,
temeroso de que sus triunfos lo volvieran más fuerte y difícil de detener,
ordenó atacarlo duramente, sitiando el fuerte.
Por más
Mina trató de romper el sitio no lo logró porque fue acorralado por la escasez de víveres y municiones; entonces decidió salir del
lugar para traer recursos, pero no consiguió regresar. Mina viajó a
Guanajuato, pero, como ya se encontraba muy fatigado, se refugió en el rancho
El Venadito, donde él y Pedro Moreno fueron sorprendidos. Moreno murió en la
lucha y Mina fue prisionero; luego fue sentenciado a muerte por un consejo de
guerra y fusilado el 11 de noviembre del año 1817.
A la
muerte de Mina, los fracasos continuaron, los lugares fortificados, como el
fuerte de Palmillas en Veracruz o el de Jaujilla en Michoacán, cayeron en manos
del enemigo, lo mismo que jefes como Rayón y Bravo, que fueron condenados a
cadena perpetua. Después una nueva etapa de lucha estaba cerca, Guadalupe
Victoria Peleaba en Veracruz, mientras Vicente Guerreo lo hacía en las montañas
del sur. Guerrero tenía experiencia en la insurgencia; había combatido bajo las
órdenes de Galcana y Morelos, quien lo consideró un hombre 1" y valiente,
cualidades que no tardó en demostrar.
Guerrero
libró muchas batallas con éxito. En 1812 siendo apenas capitán derrotó al español
Llano, lo que le valió seguidores para la causa insurgente; en 1815, con el
grado de coronel, obtuvo en Tiapa una gran Victoria; en 1816 derrotó a los
realistas en el cerro de Piaxtía. Debido a sus victorias, fue nombrado general
en jefe de las tropas del sur, sostuvo una lucha en casi oda la zona del río
balsas y la costa del sur, que le proporcionó valiosos recursos para la lucha.
Mientras tanto el brigadier Armijo renunció a su cargo porque no pudo
detener el avance de las tropas sureñas, que afianzaron la acción bélica del insurgente hasta la consumación de la
independencia.
El día 24
de febrero de 1821 se firmó el Plan de Iguala. Entre sus puntos importantes
tenemos: La religión Católica sería la única aceptada en el país. La
Nueva España sería independiente de cualquier otra potencia.
Su
gobierno sería una monarquía constitucional, a cargo de un miembro de la casa
de Habsburgo. Todos los habitantes tendrían la categoría de ciudadanos y el
derecho a ocupar cargos públicos, según sus méritos. El gobierno así forrado
sería protegido por el ejército de las tres garantías. Religión, independencia
y Unión.
Iturbide y
Guerrero encontraron al Plan de Iguala por parte de los absolutistas,
encabezados por le virrey, quien decidió enviar tropas a combatirlos. Sin
embargo, gradualmente diversos jefes militares se fueron sumando al Plan y se
enfrentaron a los realistas, hasta dejarles únicamente las ciudades de México y
Veracruz. Estando así la situación, el 30 de julio desembarcó es este puerto
Juan O´donojú, que había sido nombrado virrey, en situación de Apodaca. O´donojú
al darse cuenta de que no podría de tener el rumbo del acontecimiento, decidió
buscar un arreglo con los Insurrectos, para lo cual se reunió en Córdoba con
Iturbide. Se acordó reformar el Plan de Iguala, obteniendo como un resultado
que se firmara el 24 de agosto los tratados de Córdoba. Entre los asuntos pactados figuran:
- Sustituir al posible monarca Habsburgo por uno de la casa de Borbón.
- Nombrar a la nueva nación como Imperio Mexicano.
- Considerar a O´donojú para ocupar un puesto en la nueva junta provisional de gobierno.
- Para consumar la ansiada independencia sólo faltaba entrar en la capital, en la que se encontraba fuerzas del ejército español al mando del mariscal Novella. O´donojú, según los tratados, arregló la salida de esas tropas y se preparó la llegada del ejército trigarante para el día 27 de septiembre. El día 24, no obstante, Vicente Filisola había arribado a la capital con cuatro mil hombres, siendo el primer jefe del ejército independentista en llegar, Tres días después entraron las fuerzas trigarantes, con Iturbide al frente. Éste se dirigió al Palacio, en donde, junto con O´donojú, presenció el desfile de las tropas y asistió a la celebración de los servicios religiosos en la catedral. Iturbide, dirigiéndose a los ciudadanos, dijo: "Ya sabéis el modo de ser libres; a vosotros toca señalar el de ser felices".
Conclusión.
La
Independencia de México en conclusión puedo mencionar que es un hecho que marco
el destino de nuestra nación y fueron los cimientos para conseguir una nación
libre soberana e independiente.
El legado de
los héroes que lucharon por nuestra patria, es otro de los puntos a destacar en
esta conclusión, son merecedores de un gran respeto y deberán ser recordados
por siempre.
La
independencia de México forjo el presente que ahora tenemos y del cual gozamos,
quizá no sea perfecto, pero si es aceptable en comparación a las penurias que se
padecían en los tiempos de la independencia de México.
Los factores
que intervinieron en esta lucha por la independencia de México fueron muchos.
Como por ejemplo la gente se daba cuenta que todo lo que los rodeaba estaba
creado por la naturaleza y así se dieron cuenta de que todas las personas eran
iguales ante los ojos de dios y por lo tanto ninguno era superior a otro y
debían tener los mismos derechos y obligaciones ya que los que tenían los
puestos más altos en la jerarquía discriminaban a los que tenían menos, esto
causaba inconformidad, la principal cauda de la independencia fueron los actos
de injusticia y explotación a los habitantes por parte del gobierno.
Hubo personas que al ver la inconformidad de la genta, la explotación y
la injusticia a la misma, no dudaron en levantarse en contra de la monarquía
española con el fin de buscar un futuro prometedor donde terminara esta
injusticia, aun cuando exponían sus vidas, estos héroes de la nación en la
primera etapa de la independencia son Miguel Hidalgo, Juan Aldama, Epigmenio Gonzales, Ignacio Allende, Josefa Ortiz de Domínguez, Félix Calleja.
El evento
cumbre que marcó el inicio de la independencia de México y por tanto la guerra
de independencia fue El Grito de
Dolores consistió en el llamado que el cura Miguel
Hidalgo y Costilla, en compañía de Ignacio Allende y Juan Aldama, hizo a sus feligreses con el fin de que se
levantaran en armas contra la autoridad virreinal de la Nueva España en la mañana del 16 de septiembre de 1810, en la parroquia de Dolores, hoy municipio de Dolores Hidalgo, estado de Guanajuato.
¡¡¡¡¡¡¡VIVA
MEXICO!!!!!!
Bibliografía
http://www.cicloescolar.com/2012/09/los-principales-heroes-de-la.html
http://www.monografias.com/trabajos12/hmetapas/hmetapas.shtml
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